CULTIVA TU JARDÍN INTERIOR CON PACIENCIA Y ESPERANZA
Comentario al Evangelio del 2025-07-26
Sábado XVI semana del Tiempo Ordinario
¿Sabes? Esta parábola del trigo y la cizaña me recuerda mucho al concepto japonés de ‘wabi-sabi’ (侘寂), que nos enseña a aceptar la imperfección como parte natural de la vida. Jesús nos muestra que en nuestro ‘campo interior’ coexisten el bien y el mal, y que no siempre debemos ser impacientes o violentos para eliminar lo que nos parece negativo.
La vida espiritual es como cultivar un jardín zen (枯山水 karesansui): requiere paciencia, discernimiento y una mirada profunda. No se trata de arrancarlo todo de raíz, sino de permitir que la luz transforme poco a poco nuestros espacios oscuros. El Señor nos invita a no entrar en pánico cuando aparecen las ‘malas hierbas’ de nuestros pensamientos o tentaciones.
La clave está en mantener la calma, cultivar nuestra interioridad y confiar en que al final, lo verdaderamente valuable florecerá. Cada día es una oportunidad para elegir ser trigo, no cizaña.
Hoy te invito a hacer un pequeño ejercicio: dedica unos minutos a mirar tu interior sin juicio, como quien contempla un jardín, y permite que la gracia de Dios vaya eliminando suavemente lo que no te hace crecer.