PRIMERO ESCUCHAR, LUEGO SERVIR: DEL AMOR NACE EL AMOR
Comentario al Evangelio del 2025-10-07
Martes de la Semana XXVII del Tiempo Ordinario
A veces el día se nos va entre recados, correos y ollas al fuego, ¿sabes? Marta nos representa: quiere servir, practica omotenashi, la hospitalidad que cuida cada detalle. Y Jesús no le dice que eso esté mal. Solo la llama por su nombre y le recuerda el ma, ese espacio necesario para respirar y escuchar. María se sienta y hace de ese instante un ichigo ichie, un encuentro único con el Señor.
La verdad es que la acción cristiana nace así: del ser delante de Jesús. En la oración, Él lleva la voz; es un diálogo donde Dios tiene la primacía: Él habla, nosotros escuchamos y respondemos. Cuando dejamos que su Palabra nos mire por dentro, el hacer cambia de sabor: ya no es prisa, es amor que se derrama. Y, mira, el mundo necesita manos, sí, pero primero necesita corazones que se dejen amar.
Bueno, quizá hoy puedes probar esto: antes de empezar tu lista, regálale a Jesús cinco minutos. Dile: “Señor, habla, que tu siervo escucha”. Abre el Evangelio, deja una frase resonar, y luego sigue tu tarea más humilde con calma y cariño. Verás que, desde el Amor con mayúsculas, hasta lavar los platos se vuelve misión.