EL AMOR RECONOCE LO INVISIBLE

Comentario al Evangelio del 2025-07-22

Santa María Magdalena

Sabes, a veces la vida nos deja ciegos, como a María Magdalena en el sepulcro. Ella lloraba, buscando desesperadamente a Jesús, sin reconocerlo al principio. ¿No nos pasa algo similar en nuestra vida cotidiana? Hay momentos en que nos sentimos perdidos, como en un jardín (en japonés, 庭 – niwa) lleno de sombras, sin ver claramente el camino.

Pero entonces, algo mágico sucede. Jesús la llama por su nombre: ‘¡María!’, y de repente, todo cobra sentido. Es como cuando en medio de la confusión, alguien nos reconoce profundamente, nos llama por nuestro nombre verdadero.

La esperanza no está en ver perfectamente, sino en ser reconocidos. Jesús nos muestra que lo importante no es entender todo, sino sentirse amado, comprendido. Su resurrección es el testimonio de que siempre hay luz después de la oscuridad.

CTA: Hoy, detente un momento. Escucha si alguien te está llamando por tu nombre verdadero.