CULTIVA TU TIERRA INTERIOR PARA QUE LA SEMILLA DE DIOS FLOREZCA

Comentario al Evangelio del 2025-07-23

Miércoles XVI semana del Tiempo Ordinario

Sabes, la vida es un poco como un campo de cultivo (植え付け, uetsuke). A veces nos parecemos a ese terreno descuidado donde las semillas de la palabra de Dios tienen poco espacio para crecer. Mira, la parábola del sembrador nos recuerda que no se trata solo de escuchar, sino de preparar el corazón para recibir.

En la cultura japonesa hay un concepto hermoso llamado ‘kokoro’ (心), que va más allá de la simple mente o corazón. Representa nuestra esencia más profunda, ese espacio íntimo donde germinan nuestros verdaderos sentimientos y decisiones. Y ese es precisamente el terreno donde Dios quiere sembrar.

La pregunta es: ¿estamos limpiando ese campo interior? ¿Estamos quitando las piedras del escepticismo, arrancando las malas hierbas de la indiferencia? Porque cuando la tierra está preparada, cada semilla puede dar frutos sorprendentes.

Por eso, hoy te invito a hacer un pequeño ejercicio: dedica unos minutos a ‘limpiar’ tu kokoro. Abre un espacio de silencio, escucha, y permite que la palabra de Dios encuentre en ti un terreno fértil y generoso.