LA FE: UN TESORO QUE BRILLA MÁS CUANDO LO DESCUBRIMOS POR NOSOTROS MISMOS
Comentario al Evangelio del 2025-07-30
Miércoles XVII semana del Tiempo Ordinario
Sabes, la fe puede ser como un objeto heredado que guardamos en un cajón sin darle valor. Pero Jesús nos invita hoy a mirarla como un tesoro increíble, algo tan valioso que merece nuestra atención total. En Japón, hay un concepto llamado ‘atesoro’ (大切, taisetsu), que significa algo profundamente querido y cuidado. Así es como deberíamos ver nuestra fe.
La parábola nos habla de dos personas que encuentran algo extraordinario: un tesoro escondido y una perla preciosa. Lo fascinante es su reacción. No dudan, no regatean. Venden todo lo que tienen porque han comprendido que lo que han encontrado vale muchísimo más que sus posesiones.
Y tú, ¿has sentido alguna vez ese momento de descubrimiento? Ese instante en que la fe deja de ser algo que te contaron y se convierte en algo tuyo, personal, vibrante. No es algo que heredas pasivamente, sino algo que eliges, que abrazas con toda tu pasión.
Te invito hoy a hacer un alto, a mirar tu fe como ese tesoro único. Pregúntate: ¿Estoy guardando mi fe en un cajón o la estoy viviendo con la alegría de quien ha encontrado algo realmente especial?
