ABRE TU CORAZÓN AL ASOMBRO DE LO INESPERADO
Comentario al Evangelio del 2025-08-01
Viernes XVII semana del Tiempo Ordinario
¿Sabes? A veces nos parecemos mucho a los habitantes del pueblo de Jesús. Tenemos una tendencia muy humana a encasillar a las personas en lo que ya conocemos, como si la vida fuera un conjunto de etiquetas predefinidas. En Japón, existe el concepto de ‘shōganai’ (しょうがない), que significa «no se puede hacer nada», una expresión que a veces refleja una resignación que puede cerrarnos a nuevas posibilidades.
En este Evangelio, la gente de Nazaret mira a Jesús con los ojos de lo familiar: «Es el hijo del carpintero», dicen. No logran ver más allá de su historia conocida. Es como si dijeran: «Tú eres solo esto, nada más». Y en ese momento, se pierden lo extraordinario.
La fe, amigo mío, requiere la valentía de la sorpresa. Significa estar dispuesto a que la realidad nos descoloque, a que lo conocido no sea un límite sino una puerta. Jesús nos invita a no quedarnos en lo superficial, a mirar con los ojos del corazón.
Hoy te propongo un reto: Busca en tu día a alguien a quien normalmente no escucharías y dale una oportunidad. Quizás encuentres sabiduría donde menos esperas.