HUMILDAD: EL CAMINO SECRETO HACIA LA VERDADERA GRANDEZA
Comentario al Evangelio del 2025-08-31
XXII Domingo del Tiempo Ordinario (C)
¿Sabes? En la cultura japonesa existe un concepto llamado kenkyo (謙虚), que significa humildad, y me hace pensar en este pasaje del Evangelio. Jesús nos invita hoy a desprendernos de ese deseo tan humano de destacar, de ocupar los primeros puestos, de ser reconocidos.
La vida no se trata de acumular méritos o presumir de nuestros logros, sino de servir desinteresadamente. Como en el omotenashi, el arte japonés de la hospitalidad, donde el servicio se ofrece sin esperar nada a cambio, Jesús nos enseña a dar sin calcular.
Imagina un banquete donde en lugar de buscar sentarte en el lugar más importante, eliges el último. No por humillación, sino por amor. No buscas que te aplaudan, sino simplemente hacer el bien. Y mira la paradoja: cuando menos lo esperas, serás elevado.
Tu recompensa no vendrá de los aplausos humanos, sino de la mirada amorosa de Dios que ve tu corazón. Por eso, hoy te invito a hacer algo por alguien que no pueda devolverte el favor: un gesto gratuito de amor.