CULTIVA TU INTERIOR COMO UN JARDÍN DE ESCUCHA

Comentario al Evangelio del 2025-09-20

Sábado XXIV semana del Tiempo Ordinario

Sabes, en la vida moderna, es como si estuviéramos navegando constantemente en un shinkansen de obligaciones y preocupaciones. El Evangelio nos habla hoy de cómo nuestra alma puede parecerse a un terreno lleno de abrojos, donde la Palabra de Dios queda atrapada entre malezas de trabajo, estrés y distracciones.

La imagen del sembrador nos recuerda que recibir la Palabra no es suficiente; necesitamos preparar nuestra tierra interior con el mismo cuidado que un jardinero cuida su niwa (jardín). Cada día nos bombardean mil estímulos que, como espinas, pueden ahogar nuestra espiritualidad: correos electrónicos, reuniones interminables, preocupaciones económicas.

Dios nos invita a hacer un pequeño alto. A limpiar esos abrojos, a dedicar aunque sean unos minutos para escuchar su voz en silencio. No se trata de hacer más, sino de estar más atentos. Como en la meditación, se trata de vaciar para poder llenar.

¿Qué tal si hoy decides dedicar 10 minutos solo para escuchar? Apaga el móvil, respira profundo y abre tu corazón. La semilla de Dios espera ser cultivada.