LA FE MUEVE MONTAÑAS, PERO LA DUDA NOS HUNDE

Comentario al Evangelio del 2025-08-05

Martes XVIII semana del Tiempo Ordinario

¿Sabes? A veces la vida nos parece como una travesía en medio de una tormenta (荒海, araumi), donde las olas de la duda sacuden nuestra pequeña barca interior. En este pasaje, Pedro nos muestra algo tan humano: un impulso de valentía seguido inmediatamente por el miedo.

Pedro camina sobre el agua mientras mira a Jesús, desafiando lo imposible. Es como en el aikido (合気道), donde el principio no es la fuerza, sino mantener la mirada firme en el centro. Pero en cuanto desvía su mirada, en cuanto duda, comienza a hundirse.

Jesús no lo condena, simplemente le extiende la mano y le dice: ‘Hombre de poca fe’. Es un llamado de amor, no de reproche. Nos muestra que la fe no es no tener miedo, sino seguir adelante a pesar de él.

La invitación de hoy es simple: mantén los ojos en Jesús, no en la tormenta. Cuando sientas que te hundes, grita como Pedro: ‘¡Señor, sálvame!’. Y recuerda que Él siempre está extendiendo su mano.

Hoy, antes de salir, ponte la mano en el corazón y repite: ‘Señor, aumenta mi fe’.