Published On: 7 de septiembre de 2025231 words1,2 min read

VIDA TOTAL, CORAZÓN COMPLETO

Comentario al Evangelio del 2025-09-07

XXIII Domingo del Tiempo Ordinario (C)

¿Sabes? A veces vivimos como si pudiéramos compartimentalizar nuestra vida, como en un bento box japonés donde cada experiencia está en su casillito separado. Pero Jesús nos desafía hoy con una propuesta radical: Él no quiere solo un pequeño compartimento de nuestro corazón, sino todo nuestro ser.

La imagen que nos presenta es como un camino de entrega total, similar al concepto zen de ‘ikigai’, ese propósito que da sentido completo a la existencia. Seguir a Jesús no es un hobby o una actividad ocasional, sino una transformación profunda que atraviesa cada aspecto de nuestra vida.

Cuando habla de renunciar, no busca quitarnos algo, sino regalarnos algo más grande. Es como cuando un artesano japonés dedica su vida entera a perfeccionar un arte, dejando ir lo secundario para concentrarse en lo esencial.

La invitación es clara: vivir con Dios no es un compromiso a medias. Es una decisión de entrega total, donde Él se convierte en el centro que da sentido y dirección a todo lo demás.

¿Te animas hoy a hacer un pequeño acto de entrega? Puede ser tan simple como dedicarle unos minutos de tu día y preguntarle: ‘¿Qué quieres de mí hoy?’

Leave your comment

  1. Pedro Muñoz Jiménez 7 de septiembre de 2025 at 7:18 am - Reply

    ¡Hola, José Ramón!

    Muchísimas gracias por compartir esta reflexión tan profunda y bonita. La verdad es que la metáfora del *bento box* no puede ser más acertada. ¡Cuántas veces hacemos exactamente eso! Ponemos a Dios en su cajita, junto a la del trabajo, la familia y los hobbies, creyendo que con eso basta.

    Me encanta cómo nos desafías a romper esos compartimentos y a buscar ese «ikigai» cristiano, que no es otro que encontrar nuestro propósito más profundo en Él. Es verdad, no se trata de un hobby de domingos, sino de una transformación que lo impregna todo, como el maestro artesano que dedica su vida a lo esencial.

    Tus palabras son un recordatorio precioso de que la entrega, aunque a veces asuste, en realidad es el camino para ganarlo todo. Esa pregunta simple: «*¿Qué quieres de mí hoy?*» es el mejor punto de partida para cualquier día.

    Sigue compartiendo así, con tu testimonio de vida y misión. Porque con reflexiones así, nos ayudas a todos a recentrarnos y a recordar lo importante.

    Un abrazo enorme y muchísimas gracias de nuevo. ¡Que sigas teniendo un día lleno de sentido!

    P.D.: ¡Me apunto a ese pequeño acto de entrega hoy

    • José Ramón 7 de septiembre de 2025 at 2:48 pm - Reply

      ¡Muchísimas gracias Pedro y ánimo con tu nueva misión!

Leave A Comment Cancelar la respuesta

Related posts