Published On: 11 de octubre de 2025268 words1,3 min read

ESCUCHAR Y GUARDAR TU PALABRA, COMO MARÍA. SEÑOR, DANOS ESA GRACIA.

Comentario al Evangelio del 2025-10-11

Sábado de la Semana XXVII del Tiempo Ordinario

Entre la gente, una mujer alaba a María por haber llevado y amamantado a Jesús. Y Jesús sorprende: más dicha aún es escuchar la Palabra de Dios y guardarla. La verdad es que ahí se ve lo más grande de María: no solo su maternidad, sino su corazón que dice “sí”. Ella escucha primero y responde; no se mira a sí misma, mira a Dios. Su oración es diálogo: Dios toma la iniciativa, habla, y María acoge y obedece.

Pienso en el shokunin kishitsu, ese espíritu artesano japonés de cuidar lo pequeño cada día. María vivió así: en Nazaret, paso a paso, guardando en su corazón cada kotoba que venía de Dios; al estilo omotenashi, con el corazón listo para Aquel que llega. Y, mira, cuando la vida se nos rompe, el Señor hace kintsugi: si dejamos entrar su Palabra, Él repara con su gracia nuestras grietas y las vuelve camino, michi, de fidelidad.

¿Sabes? No hace falta ruido. Basta abrir la puerta y decir: “Señor, habla, que tu siervo escucha”. Concédenos, Señor, la gracia de escuchar y guardar tu Palabra como María.

Hoy: lee este Evangelio, elige una frase, repítela en el día y tradúcela en un gesto concreto de obediencia. Haz un minuto de oración, dejando que Él hable primero.

Leave your comment

Related posts