LIMPIA POR DENTRO: DA COMO LIMOSNA LO QUE HAY EN TU CORAZÓN.
Comentario al Evangelio del 2025-10-14
Martes de la Semana XXVIII del Tiempo Ordinario
Jesús se sienta a la mesa y, mira, no se lava las manos. El fariseo lo juzga en silencio, y Jesús le habla al fondo: podéis dejar reluciente la copa por fuera, pero por dentro hay rapiña. La verdad es que el precepto de lavarse antes de comer nació para recordarnos algo hondo: somos frágiles, pecadores, y necesitamos ser perdonados. Si olvidamos eso, el gesto se vacía y se convierte en una regla para señalar al otro. En Japón, ¿sabes?, se habla de tatemae (lo que mostramos) y honne (lo que realmente hay). Jesús nos invita a pasar del tatemae religioso al honne ante Dios. Como en el osouji de fin de año: de poco sirve que brille la casa si el kokoro (corazón) sigue cargado de rencor.
“Dad como limosna lo que hay dentro”: entrega misericordia, tiempo, escucha, perdón. Y deja que Dios limpie tu interior; Él tiene la primacía también en la oración. Habla con Él, sí, pero primero deja que te mire y te diga la verdad con ternura. Bueno, pidámosle no olvidar nuestra naturaleza caída y el Espíritu que da sentido a los mandamientos, para vivirlos con amor y no como una máscara.
Acción: antes de comer, lávate las manos y reza: “Señor, purifica mi corazón”. Luego da una limosna interior concreta: perdona, reconcilíate o atiende a alguien que necesita ser escuchado.