APRENDAMOS A ORAR COMO JESÚS: CON CONFIANZA FILIAL Y CORAZÓN ABIERTO AL PADRE.
Comentario al Evangelio del 2025-10-08
Miércoles de la Semana XXVII del Tiempo Ordinario
¿Sabes? Me llama mucho la atención cómo los discípulos le piden a Jesús que les enseñe a orar. Es como si reconocieran que había algo especial en su forma de conectar con Dios. Y Jesús, en lugar de dar técnicas complicadas, les regala el Padre Nuestro. Es hermoso pensar que en esas siete peticiones está todo lo que realmente necesitamos.
Me recuerda un poco al concepto japonés de ‘mottainai’ – esa idea de no desperdiciar nada, de encontrar el valor esencial en las cosas simples. El Padre Nuestro es así: no sobra ni falta nada. Contiene desde lo más básico como el pan de cada día, hasta lo más profundo como el perdón y la protección ante las tentaciones.
Lo más bonito es que Jesús nos enseña a llamar a Dios ‘Padre’. No es un Dios lejano, sino un Padre cercano que quiere escucharnos. La oración no es monólogo, es diálogo. Dios toma la iniciativa y nosotros respondemos con confianza.
Hoy, ¿por qué no tomas un momento para rezar el Padre Nuestro con calma, sintiendo cada palabra como si fuera la primera vez? Deja que esas peticiones moldeen tu corazón y te acerquen más al Padre.
