Published On: 9 de octubre de 2025251 words1,3 min read

PIDE SIN CANSARTE, Y DEJA QUE EL PADRE TE REGALE SU MEJOR PAN: EL ESPÍRITU SANTO

Comentario al Evangelio del 2025-10-09

Jueves de la Semana XXVII del Tiempo Ordinario

En este jueves de la Semana XXVII del Tiempo Ordinario, después de enseñarnos el Padre Nuestro, Jesús nos cuenta esta escena del amigo a medianoche. Es tierna y un poco cómica, ¿no? Un tipo golpeando la puerta por pan. En Japón se habla de omotenashi, esa hospitalidad que no quiere dejar a nadie sin atender; imagina el genkan a oscuras y, aun así, el deber de acoger. Jesús nos dice: así llama tu corazón a la puerta del Padre. Pedid, buscad, llamad.

La perseverancia no es cansar a Dios ni forzarlo; la oración es un diálogo real con Él, donde Dios lleva la iniciativa y nosotros aprendemos a escuchar. No es mirarnos al ombligo; es abrir el alma y decir: “Padre, haz tu voluntad en mí”. Y, mira, la promesa es fuerte: el mayor regalo no es pan, ni soluciones rápidas, sino el Espíritu Santo. Con Él, incluso las grietas de nuestra vida se vuelven como kintsugi: unidas por un oro que no es nuestro.

Así que, bueno, hoy practica el ganbaru de la fe: insiste con confianza. Haz tres cosas sencillas: repite durante el día “Padre, dame tu Espíritu”, abre el Evangelio y escucha en silencio, y ayuda a alguien con omotenashi concreto. Llama: Él abrirá.

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