KANSHA: VOLVER Y DAR GRACIAS NOS ABRE A LA SALVACIÓN.
Comentario al Evangelio del 2025-10-12
Domingo XXVIII del Tiempo Ordinario (Ciclo C)
Hoy el Evangelio me recuerda algo sencillo y decisivo: dar gracias abre una puerta que la pura curación no abre. Diez quedan limpios, pero solo uno regresa y escucha: “tu fe te ha salvado”. La verdad es que la gratitud nos coloca de frente a Dios, no a nuestro ombligo. En misa lo repetimos: “es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar”. No es una cortesía religiosa: es el camino por donde Él nos alcanza el corazón. La oración, ¿sabes?, es diálogo donde Dios lleva la iniciativa; nosotros respondemos con un “gracias” que reconoce su amor antes que nuestras necesidades. Pienso en Japón y su hábito de decir arigato con un pequeño ojigi. Ese gesto, tan cotidiano, cuida los vínculos. Y, mira, como cuando se vuelve de viaje con un omiyage, el samaritano vuelve con su mejor regalo: la gratitud (kansha). No se conforma con la piel sana; busca el rostro de Jesús, y ahí descubre la salvación. Hoy detente, vuelve como él y di: “Señor, gracias”. Concreta: recuerda tres regalos de este día y entrégalos a Dios en voz alta.
